En las últimas fechas hemos vuelto a reencontrarnos con un amigo con el que hubo discrepancias, con el que la relación actual, por el momento, se antoja inviable, a despecho de ignorar su última hazaña que intuyo no será del todo mala, y no por ello debemos olvidar que otrora fue amigo y maestro, tutor y guía de nuestras incursiones en la vida adulta, de nuestras reflexiones balbucientes, nuestros desvelos románticos, de nuestra afirmación rotunda. Este amigo era, es, Woody Allen.
Él perdonó que con temeraria bisoñez diseccionara, o algo así, su obra en las páginas de V.O. hace más de década y media, ¿por qué no habría yo de indultarle por esos tropezones, resbalones, esas caídas escaleras a bajo en la mediocridad, la estulticia y el mal gusto que han sido "Vicky" (me niego a trancribir el título completo de consejería de turismo de semejante artefacto) y obras aledeñas?
"Anything Else", pese a no aportar nada nuevo, se beneficia de su buen hacer como guionista y sus impagables apariciones encarnado a un profesor paranoico que condesciende con la violencia más de lo que su débil figura podría hacer sospechar...
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