viernes, 24 de junio de 2011

“Ain´t just like the night to play tricks when you´re trying to be so quiet?”
Bob Dylan

…qué feliz  hubiera sido aquella noche si tú me hubieras dicho esto o aquello o aquel astro no se hubiera apagado o la voz de un amigo hubiera sonado familiar. Pero obtuve una prórroga –si es que la felicidad admite tales trámites –y aquí sigo, preguntándome por qué aquella noche hubiera o hubiese podido ser o sentirme feliz a despecho de mí mismo, infiel escudero prevaricador de las enseñanzas de los libros de autoayuda y que tan mal me aconseja.
…qué feliz hubiera sido aquella noche…acaso porque la felicidad era un arcano en cuya clave no invertí un desvelo, un vaso de tequila que dejé sin apurar, un cigarrillo tardío que no debí encender o un beso en los labios equivocados. Y así, apurando licores y cigarrillos y besos equivocados llegó a la noche de hoy en la que añoro aquella otra que escapa a la memoria como huyen los años, ¿adónde van unas y otros? Lo ignoro pero los busco mientras pasan más años y se extravían más memorias en el paraíso fiscal de las noches fugitivas, de las noches sin luna, de las noches llenas de botellas vacías, de las noches vacías de mujeres fatales, de tantas noches que no fueron, de las que nunca serán. De tantas alboradas que llegaron demasiado pronto y con intención de quedarse…

1 comentario:

  1. ¡Oh fe del meditabundo!
    ¡Oh fe después del pensar!
    Sólo si viene un corazón al mundo
    rebosa el vaso humano y se hincha el mar.

    Antonio Machado

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